Tribuna de Francisco Beláustegui González

Por ley, la administración electrónica debe facilitar la interacción de los ciudadanos y el consistorio, así como mejorar en su eficiencia y transparencia. Sin embargo, existe un problema de desigualdad en el acceso y uso de estos servicios en la web de nuestro ayuntamiento, que tiene graves consecuencias para la inclusión y participación ciudadana.

Para salvar esta obligación, el gobierno de Germán Beardo mantiene esta web sólo para que se acceda a sus servicios a través del uso del certificado digital. Sin embargo, otros ayuntamientos conocedores de los problemas de sus ciudadanos ofrecen además los sistemas Cl@ve y DNI electrónico como alternativas de acceso.

¿Es realmente esto tan importante? La brecha digital es un factor determinante de desigualdad en la administración electrónica ya que no todos los ciudadanos tienen acceso equitativo a internet o dispositivos electrónicos, sobre todo en comunidades de bajos ingresos. Para estos casos puede ser adecuado el uso del DNI electrónico en un centro de acceso público a internet, por ejemplo.

La falta de habilidades digitales puede ser otro obstáculo ya que no todo el mundo tiene las competencias necesarias para su uso de manera efectiva. Esto puede ser especialmente problemático para grupos vulnerables como las personas mayores o con alguna discapacidad, ya que pueden tener dificultades para manejar la tecnología. Para estos casos, se puede usar de una manera más sencilla la Cl@ve PIN o la Cl@ve permanente.

Otro problema es la falta de infraestructura. Aunque cada vez más servicios son ofrecidos en línea, hay personas que todavía necesitan ir a una oficina gubernamental para realizar trámites u obtener información. Esto puede ser especialmente problemático en zonas donde los ciudadanos tienen que desplazarse largas distancias. Este es el caso con la expedición y pago del volante histórico de empadronamiento, por poner un ejemplo habitual.

Como consecuencia, los ciudadanos que no pueden tener certificado no les queda otro remedio que pedir una cita para ser atendidos in situ. Esto provoca listas de espera de varios días y colas en la puerta del consistorio. Todo esto sería perfectamente evitable si existieran las alternativas comentadas y, además, aliviaría la saturación del servicio. De esta manera, sí que «no se deja a nadie atrás».

Por tanto, todo lo que signifique no favorecer el acceso a la tecnología a los portuenses o que estos no puedan tener las mismas oportunidades, provoca que aumente la desigualdad y la pobreza en la ciudad.