Tribuna de Javier Botella Franco, portavoz de Unión Portuense

Vamos a más y es cierto, porque a menos es imposible. Esta pasada campaña electoral, el PP de Beardo eligió el eslogan, “Vamos a más” el cual fue criticado por alguno de sus detractores. Sin embargo, en mi opinión, fue un eslogan acertado. De hecho, fue una compañera la que me hizo reflexionar sobre esto al decir del mismo: “claro picha, a menos es imposible”.

Cuando Guardiola ganó el sextete con el Barça, dijo algo como: “ahora vienen tiempos difíciles porque mejorar esto es imposible”. Pues con Beardo es a la inversa, y esa es la clave, un mandato sin presupuestos, sin inversiones, sin liquidaciones, sin pagar a los proveedores, sin subvenciones, sin comedor social, con recortes en cultura y la caducidad de importantes contratos. Además, hemos vivido meses sin grúa, veranos sin policías o sin sus coches, verano sin socorristas, vehículos sin seguro, etc. Con muy poquito, ya habremos ido a más.

Un mandato donde se victimizaban y lloraban por la herencia recibida, ¿La EDUSI, las ITIs o el Peprichye? No, la herencia según ellos era Pozos Dulces, la deuda o el problema de personal debido al Plan de Ajuste. Obviamente, se les olvidaba decir que esa herencia era de ellos mismos, o sea del Partido Popular, donde Marta Rodríguez, Millán Alegre o hasta el propio German Beardo ya formaban parte.

En resumen, para NO mejorar la nula gestión del curso anterior, tendrían que esforzarse. Con lo cual viviremos un panorama de acciones ordinarias presentadas como extraordinarias, como pintar los pasos de peatones en zonas escolares en horarios de entrada y salida, con el único propósito de mostrar actividad gubernamental a la ciudadanía. Hubiera sido más práctico pintarlos con anticipación, aunque lo importante es lucirse.

Entonces, ¿cuál es el verdadero desafío del gobierno? Yo lo dividiría en dos: por un lado, lo más positivo del pasado mandato y todavía el máximo garante de este gobierno, David Calleja, el cual, sí tendrá que esforzarse para mejorar o mantener esa ilusión o esa capacidad de generar expectativas en nuestras fiestas. Y por otro, y por ahora lo están consiguiendo, incrementar esa actitud déspota, caciquil, arrogante y con claros valores antidemocráticos que ya demostraron el pasado mandato, que sigue en aumento, con MÁS chiringuitos, MÁS desplantes y MÁS chanchullos y, por supuesto, que no les pase factura.

¿Cómo? Pues con MÁS clientelismo y MÁS manipulación, MÁS cargos de confianza o directamente MÁS community managers ¿Para qué contratar expertos en materias de gestión municipal cuando un filtro y una frase motivacional les funciona mejor?