Quede claro mi apoyo a las actuaciones que se están realizando como el ‘Paseo Fluvial’, el ‘Pasillo Amable’ o el ‘Apeadero de Autobuses’, así como la peatonalización poco a poco de zonas céntricas estratégicas. Es cierto que cualquier tipo de obra o actuación de este calado siempre genera contingencias, como es en este caso la eliminación de plazas de aparcamiento.

Sin embargo, cuando dichas actuaciones vienen previstas y aprobadas desde hace tanto tiempo, (principios de 2016 el ‘Paseo Fluvial’ o principios del 2019 el ‘Pasillo Amable’), creo que el gobierno o los gobiernos de turno han tenido tiempo suficiente para planificar y aplicar medidas correctoras que aplaquen las citadas contingencias. Ese tremendo error de planificación, ya ha convertido estos días en un auténtico suplicio a la hora de acceder al centro histórico de la ciudad.

En todos estos años hemos tenido tiempo de sobra para construir aparcamientos en altura, más baratos y rápidos que los subterráneos, mejorar el servicio de autobuses para no depender tanto del coche, ampliar carriles y aparcamientos para vehículos de movilidad personal, acuerdos con los taxistas para ampliar servicios en verano con apoyo de otras ciudades…etc. Medidas correctoras y de ciudad que compensarían el problema actual.

Un problema que no es una simple cuestión de comodidad para el turista o el residente local, es un grave problema para nuestros comerciantes y hosteleros, los cuales reciben a clientes quejosos o simplemente no los reciben porque deciden marcharse a otras zonas o localidades, porque hasta los aparcamientos de pago que se han disparado en precio están colapsados.

¿Se va a habilitar este verano la otra orilla del rio como aparcamiento con un servicio de bus que te acerque al centro? Si es así, por que no se está promocionando ya o dando explicaciones a los comerciantes para que preparen esa difusión. Espero que esa falta de organización sea falta de gestión y no una absurda política de comunicación buscando la foto de Instagram antes que la coordinación real, lo cual sería ya el colmo.

Por lo menos Beardo “adecentó” Pozos Dulces, no cumplió su promesa de finalizar el subterráneo, “este aparcamiento lo vamos a terminar Sí o Sí” decía una y otra vez, y al final por puros intereses electoralistas no solo ha enterrado más de 15 millones de euros, también ha enterrado más de 400 aparcamientos. Pero la plancha de cemento con gorrillas en la entrada de la ciudad bien les ha merecido la pena, total, a ellos no les afectara ya que seguirán aparcando de manera privilegiada en la fachada de su cortijo, el Ayuntamiento.