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Tribuna de Javier Botella, portavoz de Unión Portuense.

Algunos portuenses conocen ya la historia. Otros, solo conocen la historia que le han querido contar los sucesivos Alcaldes. Sin embargo, todos coincidimos en una verdad que no se puede ocultar y es el malestar de ver cómo, año tras año, la entrada de El Puerto sigue en un estado lamentable.

El fatídico parking subterráneo de Pozos Dulces, que el PP decidió construir en el 2012, se ha llevado por delante a tres alcaldes, Enrique Moresco (PP), Alfonso Candón (PP), David De la Encina (PSOE) y atendiendo al nerviosismo y la cantidad de mentiras vertidas en estos días por Beardo, tiene vistas de que será su próxima víctima.

Beardo no era el principal responsable cuando se decidió realizar este calamitoso proyecto, pero sí es el único responsable en la actualidad.  Su afán por mentir o simplemente escurrir el bulto ante sus promesas incumplidas son una señal inequívoca de que cada día ve más cerca el abismo del pozo.

De nuevo es importante recordar que fue Moresco quien nos metió en el pozo más negro de toda la historia de nuestra ciudad. Beardo por aquel entonces fue participe activo en la toma de decisiones, por mucho que trate de ocultarlo ahora. En marzo de 2014 era Coordinador del Área de Presidencia del Ayuntamiento y desde junio de 2011 hasta junio de 2015 fue miembro del Consejo de Administración de Impulsa El Puerto, Empresa Municipal del Ayuntamiento, encargada de elaborar y gestionar el proyecto del parking de pozos dulces.

En 2021 Unión Portuense apostó por una solución viable que consistía en poner desde el Ayuntamiento el dinero restante, diez millones de euros, no perder la aportación municipal del subsuelo y finalizar el parking subterráneo con dinero público. Sin embargo, ante la imposibilidad de Beardo de sacar un presupuesto, en tres años, esta opción queda descartada.

German Beardo esta intentando engañar a la ciudadanía, con opacidad y oscurantismo, y como todo lo que hace, con un falso triunfalismo, ya que él, aun a sabiendas de la situación del proyecto, prometió en campaña y durante el mandato que finalizaría el aparcamiento subterráneo, y que en ningún caso volveríamos al estado original de la obra, enterrando una cantidad de millones, que tendrá que devolver, recursos y tiempo irrecuperables, y si no fuese suficiente, vuelve a mentir cuando afirma que tapar el pozo negro de Pozos Dulces no costará ni un solo euro a los portuenses.

Beardo, con la cubierta, solo intenta que el pozo negro no lo engulla.

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