Tribuna de Virginia Gómez Lebrón

Como por arte de magia y a dos meses de las elecciones municipales del 28 de mayo, nos están atiborrando en los medios de comunicación y en las redes sociales, medio natural del señor alcalde, con propuestas de intervención inmobiliaria en el marco de nuestro conjunto histórico de nuestra ciudad, haciéndonos ver la efectividad con la que hacen gala del Peprichye.

Propuestas que, en su mayoría, están destinadas a equipamientos hoteleros y de ocio como residenciales de lujo, sólo aptos para familias pudientes, pero siguen sin existir actuaciones que encaminen hacia una repoblación real y permanente de nuestro centro, dirigida a jóvenes y familias portuenses. Esto seguirá perdurando y sin dar solución los problemas estructurales que amenazan al casco histórico.

Lo que nos lleva a pensar, con mucha inquietud, que la apuesta de modelo de ciudad de Beardo sigue siendo la de ofrecer una ciudad encaminada a la proliferación de pisos turísticos y viviendas de segunda residencia. Esto es, al alojamiento rotativo y a un modelo de turismo ocioso que nada beneficia al centro histórico, perdiendo a pasos agigantados las señas de identidad de nuestra ciudad.

Un ejemplo claro de las intenciones de Beardo es que sigue haciendo caso omiso a lo que está ocurriendo en la calle Misericordia. Donde los vecinos residentes de dicha calle y aledañas han levantado la voz de alarma en cuanto a la insostenible situación de ruido excesivo y proliferación de nuevos negocios de ocio tolerando la apertura nuevos locales con música y bares que ocupan más superficie de la autorizada.

En resumen, un problema al que el gobierno de Beardo no presta atención ya que se trata del modelo de ciudad que quiere implantar, y a los hechos nos podemos remitir. Con el impulso del ocio post-pandémico, la ciudad se ha coronado como la ciudad del botellón, y no lo digo yo, es un clamor popular. Pero, ¿decir esto es ir en contra del crecimiento de nuestra ciudad? ¿Es así como queremos que crezca El Puerto de Santa María?

Es por este motivo que, desde Unión Portuense, vamos a abordar la situación con una actuación conjunta, mirando de verdad POR EL PUERTO, donde se busque el equilibrio necesario entre la turistificación y negocios de ocio, con la búsqueda de inversiones estables y accesibilidad a viviendas de primera residencia a las familias y jóvenes portuenses que quieren vivir en el centro, y con la vista puesta en la recuperación de servicios y negocios que cubran las necesidades de la población del centro histórico y la ciudad.