¿Quién se muda a un palacio?

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Esta semana hemos vuelto a tener una gran noticia, se ha puesto la primera piedra de manera simbólica para la recuperación del Palacio Winthuyssen y la construcción de 38 viviendas en pleno centro histórico estimándose una ejecución de DOS años.

Como digo, una gran noticia porque se recupera un palacio en ruinas en el centro histórico, pero el resumen fidedigno es que tenemos una inversión PRIVADA, que no verá luz durante el mandato de Beardo y que ya, en septiembre de 2019, la prensa recogía ese plazo de ejecución de dos años. Una inversión privada para la ejecución de 38 viviendas pero que en lo que viene a ser política de viviendas poco o nada va a afectar a dar solución a la problemática real de los portuenses.

Una inversión privada que ya el alcalde vendió como novedad en agosto de 2020, aunque se conocía desde el año anterior, una inversión privada que también anunciaron nuevamente en junio de este año cuando se concedió la licencia. Y aunque la primera piedra o la licencia son pasos noticiables, hay que dejar claro que es la misma inversión privada que se anunció en septiembre del 2019.

Al igual que hay que reseñar que hablamos de una inversión PRIVADA, o sea gestionado desde el sector privado y no desde el sector público. Para aquellos que le dan la enhorabuena a Beardo por estas noticias, un alcalde se encarga de gestionar lo PÚBLICO. Por supuesto colabora e interfiere en lo privado, pero cuando hablamos de una inversión que lleva anunciada desde septiembre del 2019, que se ponga la primera piedra en septiembre de 2022 y una estimación de finalización sobre el 2025, más bien suena a que las inversiones privadas llegan a nuestra ciudad pese al freno que supone la nefasta gestión del gobierno de Beardo.

Nefasta en general, pero en lo que se refiere a la promoción de vivienda social y pública, directamente ha sido NULA. La realidad es que la poca promoción privada que se está anunciando no está al alcance ni de los jóvenes ni de las rentas medias de los portuenses, por ello es vital que ésta se compense con gestión municipal. Tenemos a Suvipuerto, una empresa municipal de vivienda que está ociosa y lleva años sin promover una sola vivienda y tenemos fondos europeos que no solicitamos. Cádiz solicitó 7,9 millones de euros a los Next Generation para la construcción de 188 viviendas de alquiler social y alquiler asequible. Beardo solicitó 0 euros. Total, para que queremos viviendas si tenemos palacios.

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